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ZALAMEA LA REAL - HISTORIA

EL MEGALITISMO EN ZALAMEA LA REAL IV

EL MEGALITISMO EN ZALAMEA LA REAL IV

THOLOS Y CISTAS

 Abordaremos en este capítulo los dos últimos tipos de monumentos megalíticos que hemos descrito.

En lo que se refiere al modelo que enunciamos en el punto d, sepulcro de falsa cúpula o tholo, el que hallamos en nuestro término se encuadra dentro del subtipo II de la clasificación que diera Cabrero García de los monumentos de la provincia de Huelva. Hasta hace bien poco tiempo todas la referencias documentales que se publicaron sobre este tipo de enterramiento los localizan en zonas fértiles situadas más al sur, en la Campiña o bien hacia el oeste, Andévalo occidental, careciéndose de documentación sobre la existencia de estos enterramientos en zonas mineras, por los que se les consideró impropios de este ámbito, sin embargo, tras el hallazgo que hicimos de dos tholos en el área occidental de Zalamea, se plantea la necesidad de reconsiderar y extender hasta nuestra zona el área de difusión de estos sepulcros de falsa cúpula. Posiblemente la fragilidad de esos monumentos ha condicionado su destrucción y ha dificultado su hallazgo. No es de extrañar que su número fuese más elevado del que ahora mismo se conoce.

      Estos monumentos constan de dos partes bien diferenciadas, un corredor y una cámara circular a la que da acceso aquel. La cámara está construida con ortostatos bien trabajados, de similar tamaño y poco grosor que sirven para revestir la pared y no para soportar la cubierta. Esta  está formada por una falsa cúpula realizada por aproximación de hileras de piedras  acuñadas y recubiertas con barro para compactarlas. En lo que respecta al corredor, es recto, de paredes paralelas y asimétricas a diferencia del de galería, que va creciendo a medida  que se aproxima a la cámara, levantado igualmente con ortostatos verticales sobre los que se disponían otros horizontales que  le servían de cubierta. El monumento se construye previa excavación en el firme de una fosa para la cámara y una zanja para el corredor que pudo servir como soporte a la  cobertura, dicho con las reservas propias al carecer de datos directos, ya que los sepulcros hallados se encuentran en un grado de destrucción bastante avanzado. En los hallados en nuestra zona, el túmulo difiere notablemente de los de galería, mientras que en aquellos se trata de una colina artificial levantada para cubrir el monumento en estos es una prolongación de un montículo natural en el que se ha practicado la excavación. No podemos asegurar, por el avanzado estado de deterioro, la existencia de un anillo peristalítico ya que estos casos no es tan preciso como cuando se levanta la colina artificial a la que sirva de sujeción, aunque por paralelos conocidos en la provincia de Huelva es deducible su presencia. En el tholo la orientación es Este-Oeste con el corredor hacia levante.

      El último modelo de monumento que hemos relacionado es la cista megalítica. Se trata de una sepultura de forma cuadrangular a la que se accedía por su cubierta. Consta básicamente de losas mal trabajadas que conforma las cuatro paredes que configuran el monumento. Sus dimensiones oscilan entre los 2,20- 2,45 m. de largo por 1,10-0,55 m. de ancho. La parte superior estaba cerrada con grandes losas horizontales. Conservan restos de túmulo que originalmente la cubrirían en su totalidad y cuyas medidas oscilan entre 12 y 15 metros. Posiblemente careciesen de anillo peristalítico. Para construir este tipo de enterramiento se excavaba en el firme un hueco con las dimensiones que se les pretendían dar a las sepulturas y en el que se disponía delimitando el perímetro las losas verticales culminadas por la horizontales, cubriéndose luego con tierra. Se aprovechaba para ello una colina natural. La orientación en estos enterramientos no sigue unas pautas fijas.

Imagen de la foto: Restos de un tholo hallado al oeste de El Villar

Manuel Domínguez Cornejo        Antonio Domínguez Pérez de León

 

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