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ZALAMEA LA REAL - HISTORIA

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN ZALAMEA LA REAL VII

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN ZALAMEA LA REAL VII

EL EXPEDIENTE LETONA.

UN HECHO EXTRAORDINARIO, UN PERSONAJE SINGULAR

Conviene  en este punto detenernos en el hilo narrativo de la Guerra de la Independencia en Zalamea la Real para contar un suceso extraordinario que tuvo lugar en nuestro pueblo en 1811.

Existe en el archivo municipal de Zalamea la Real un documento de gran interés, fechado en Agosto de 1815, acabada ya la guerra, conocido como el “expediente Letona”,  que además de proporcionarnos una valiosa información sobre la época que estamos tratando, nos narra unos hechos protagonizados por un personaje singular.  Se trata de  Don Vicente de Letona al que ya hemos hecho mención más arriba. Este señor ocupaba el cargo de director de las reales minas de Riotinto, residía en Zalamea y estaba casado con una zalameña y era considerado como un zalameño más.

 El expediente en cuestión es  un informe del Ayuntamiento en respuesta a la petición del propio Letona que estaba tratando con el gobierno central ser condecorado con los honores de comisario de guerra. En dicho informe se  exponen cuales son sus méritos durante la invasión francesa, corroborados por el cabildo, y se nos cuenta el suceso motivo de este capítulo.

Pues bien, según el mencionado expediente,  en el  año de 1811, en el mes de Octubre, bien para consolidar su posición, o bien para  exigir los tributos que hemos referido en el capítulo anterior, se presentó en el pueblo una columna de 400 hombres comandada por el jefe de batallón Villanouve. Este hombre hace llamar a Don Vicente de Letona a su presencia. Es probable que la intención de Villanouve no fuese otra que la de reclamar  la producción de cobre de las minas de Riotinto, pero don Vicente, reconociéndose a sí mismo como un fiel patriota, mantuvo una actitud de resistencia contra el mando francés. Se produjo entonces una situación muy tensa que fue recogida en el mencionado expediente y que  fue oída desde la calle por bastantes personas ya  que parece ser que este suceso ocurrió en una casa del centro del pueblo. El oficial francés amenazó y ofendió a nuestro hombre llamándolo insurgente y traidor y advirtiéndole que de no aceptar los términos exigidos  lo amarraría a la cola de su caballo y lo arrastraría por el pueblo hasta morir. Ante ello Don Vicente no se arredra y dando un golpe encima de la mesa que hizo saltar el tintero, según testigos presenciales,  le gritó que no permitía a nadie que le amenazara, añadiendo que no temía ni al mismísimo Napoleón. Esta reacción debió sorprender un tanto al francés que aunque mantuvo sus exigencias rebajó un tanto su cólera y le despidió con palabras  no tan amenazadoras. El hecho dejó admirado a aquellos que lo presenciaron y que se encargaron luego de difundirlo por el pueblo. Días después don Vicente se dirigió a Cádiz para tratar con la Junta Central Española,  la forma y modo de salvar el cobre de las minas.

Manuel Domínguez Cornejo             Antonio Domínguez Pérez de León

 

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