¿ SE RENDÍA CULTO A SAN VICENTE EN ZALAMEA ANTES DE 1425?
Hemos apuntado en otras ocasiones que probablemente el culto a San Vicente es anterior a 1425 y puede que se practicara en Zalamea desde mediados o finales del siglo XIV. Es una afirmación arriesgada, pero los indicios que nos llevan a pensar de esta manera vienen de dos fuentes.
En primer lugar el contexto histórico que nos habla de una expansión del culto a San Vicente que parte del reino de Aragón en el siglo XII y se extiende por el resto de los reinos cristianos a lo largo del XIII y del XIV. Con lo que es posible que llegara aquí con los repobladores castellanos y leoneses que se establecen en el término después de la reconquista a los musulmanes. Pero este contexto histórico sería insuficiente para llegar a esta conclusión si no tuviéramos otra fuente que le diera fundamento.
¿Cuál es esa otra fuente a la que nos referimos? Pues no es otra que las mismas reglas de la hermandad de 1425. Como de todos es sabido, aquellas antiguas reglas fueron transcritas en 1638 por encontrarse el original en muy mal estado, apremiados por un visitador eclesiástico que les exigía que fuesen enviadas cuanto antes a Sevilla para ser aprobadas por el Señor Provisor. Si damos por sentado que los hermanos de entonces copiaron literalmente lo que estaba escrito en las de 1425, como así parece ser por los que se dice en la introducción:
“…la dicha rregla como esta mandado… sacada a la letra es de el tenor y fforma que se dice:” Es decir copiada literalmente.
También al final se afirma que se ha copiado el original :
“…Como todo lo susodicho consta de el dicho libro donde se saco y se traslado…”.
Pues bien en aquel texto de 1425 se encuentran los indicios de los que hablábamos antes y que nos llevan a afirmar que la devoción por San Vicente estaba extendida en Zalamea antes de que se constituyera la hermandad en aquel año.
En primer lugar en el nº 8 de la relación de rentas se dice textualmente:
“…y anssimismo la obligacion que tienen los priostes y alcaldes de ella segun la debocion antigua que an tenido los coffrades desta santa cofradia…”
Alusión clara a que en el momento que se redactaron las reglas ya se tenía devoción por el santo que a partir de esa fecha sería oficialmente nuestro patrón.
De la misma manera en el párrafo que da principio a los capítulos de las cofradía se dice:
“… De la ración de lo que los hermanos coffrades estan en costumbre de esta santa cofradía de el señor Sant Vicente en cada un año en el buen gobierno de la cofradía es el siguiente:”
¡La costumbre! Es decir, los capítulos de las reglas que siguen no hacen sino recoger lo que es costumbre; dicho de otro modo, lo que se venía haciendo cada año por los devotos de San Vicente.
Y en esto mismo se insiste al final del capítulo 3 cuando se escribe:
“…y que tengan todos los hermanos sus belas encendidas en el entretanto que se dicen los oficios dibinos conforme a la costumbre antigua.”
Pero las reglas contienen más indicios que los expresamente escritos. Sorprende comprobar las importantes donaciones que los primeros priostes y hermanos de la cofradía realizan nada más constituida. Donaciones que buscan asegurar las rentas de las que debía disponer la hermandad para su mantenimiento y que no se explican de otra manera si no es porque aquellos antepasados nuestros ya tenían una fe consolidada en el santo.
Podemos concluir entonces en que es altamente probable que desde mucho antes de que se constituyera la hermandad en 1425, probablemente desde mediados del siglo XIV, se practicara ya la devoción a San Vicente Mártir en Zalamea, devoción posiblemente no reglada ni organizada, pero sí bastante asentada y que culminaría con la creación de la hermandad el 24 de marzo de 1425 después del solemne acto de la elección del santo como patrón, impulsados quizá por la necesidad de institucionalizar su culto para hacer frente, según nos cuentan las reglas, a una enorme epidemia de peste que asolaba la región. Epidemia de la que, según cuenta la tradición, quedo libre nuestro pueblo por la intersección del santo.
Manuel Domínguez Cornejo Antonio Domínguez Pérez de León
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