LOS PETROGLIFOS DE ZALAMEA LA REAL
Llamamos petroglifos a unas determinadas representaciones propias del arte prehistórico que fueron realizadas mediante la grabación en grandes piedras de figuras de características muy diversas. Para ello utilizaban un instrumento, generalmente también de piedra, con el que rayaban o golpeaban la roca hasta desarrollar la figura que se pretendía grabar, en ocasiones utilizaban también arena y agua.
Hay petroglifos prácticamente por todo el mundo, pero en la península ibérica tienen lugar fundamentalmente en el oeste peninsular, tanto en España como en Portugal. Son expresiones artísticas esquemáticas y simbólicas propias de una cultura que se desarrolló aproximadamente entre 1800 y 1500 aC , que se corresponde en nuestra zona con un periodo comprendido entre el final del Calcolítico y la Edad del Bronce.
Esta cultura prehistórica que dejo estas manifestaciones artísticas ha sido profusamente estudiada y se les atribuye un carácter mágico, simbólico, religioso o ritual que supone un auténtico reto para entender la forma de vivir de los seres humanos en aquel tiempo.
Muchas han sido las interpretaciones que se les ha dado a estos grabados rupestres; desde ser un antecedente previo a la escritura hasta representaciones vinculadas a algún tipo de creencia religiosa, pasando por los que las consideran simples expresiones artísticas sin otra finalidad que la estética.
Zalamea ha sido uno de los lugares que ostentaba el honor de tener uno de los yacimientos arqueológicos de mayor interés relacionado con este tipo de manifestaciones artísticas prehistóricas, pero el reciente hallazgo por nuestro amigo Félix Lancha de un nuevo grupo de petroglifos en Zalamea, en la finca de Los Manantiales, ha puesto de actualidad estas expresiones artísticas y hace que sean ya dos los lugares de nuestro término municipal en los que se han hallado este tipos grabados rupestres, ambos relativamente cerca de la población.
Son pues ya dos los grupos hallados en Zalamea, el grupo de Los Aulagares y el de Los Manantiales. Esto tiene su importancia, toda vez que denota que el grupo de los Aulagares no fue un hecho aislado sino que en un momento determinado, alrededor del 1500 antes de Cristo, el término estuvo poblado durante un tiempo indeterminado por un pueblo que desarrolló esta peculiar forma de manifestación artística. Lo que viene a situar a Zalamea en primera línea a la hora de estudiar este tipo de expresiones culturales.
El primer grupo, conocido en Zalamea desde hace tiempo, se encuentra en la finca denominada Los Aulagares, a 1 km aproximadamente, al suroeste de la población y está compuesto a su vez por dos grupos de piedras, separados entre sí unos 200 metros. El primero es una roca plana y casi horizontal en la que se cuentan alrededor de 40 círculos concéntricos de formas variadas. El otro es de mucho mayor tamaño, pero con menos grabados , aunque más rico en lo que a simbología se refiere y más dispersos, posiblemente por derrumbamiento. Los aulagares siguen siendo los grabados más importante por su número y tamaño. Fueron estudiados por Mariano del Amo y hay diversas hipótesis sobre el significado que se les atribuye. Pudieran ser símbolos relacionados con algún tipo de creencia religiosa con deidades astronómicas, aunque últimamente está cobrando peso una interpretación más aproximada a las prácticas y necesidades cotidianas, apunta a que puede estar relacionada con algún tipo de ritual de culto al agua, invocando lluvia, quizá por su similitud con las ondas que las gotas al precipitarse forman en la superficie del agua. En cualquier caso nada es definitivo y aún queda mucho por investigar para descubrir el auténtico significado de estos grabados.
El segundo grupo, el de Los Manantiales, recientemente descubierto, y pendiente aún de datar y estudiar por los expertos, es de menor tamaño que el anterior pero marca una notable diferencia en lo que se refiere a los símbolos grabados. Lo que apunta, bien a poblaciones distintas o al mismo grupo poblacional que se ha desplazado y evolucionado, variando los símbolos grabados. En el caso de Los Manantiales, aunque aparecen también algunos pequeños círculos concéntricos, lo más significativo es que en una de las rocas aparece un figura de difícil interpretación ya que la roca está fracturada, habiéndose desprendido y desaparecido una parte en la pudo haberse completado la figura. Se trata de la representación esquemática de un animal o quizás una figura humana. Tanto Los Aulagares como Los Manantiales debieron ser lugares de culto con un significado mágico o religioso.
Los dólmenes repartidos por todo el término, las cistas y los Petroglifos de la Edad del Bronce en Zalamea la Real dan idea de la importancia que tiene nuestro término en el estudio de la Prehistoria en el oeste peninsular, algo de lo que podemos sentirnos orgullosos.
0 comentarios