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ZALAMEA LA REAL - HISTORIA

GASTOS DE LAS COFRADÍAS Y HERMANDADES EN EL SIGLO XVIII

Entre los numerosos legajos que afortunadamente aún se conservan en nuestro archivo municipal, perdidos entre un fajo de papeles amarillentos se encuentra un informe en gran medida revelador sobre las cofradías y hermandades en el último tercio del siglo XVIII. El documento en cuestión, alojado en el legajo número 6 revela datos precisos sobre las cofradías y hermandades que existían en el pueblo en 1770, así como de los gastos que realizaban en sus funciones po festividades religiosas. Se trata pues de un documento de gran valor que nos refleja como era la vida y costumbres de nuestros antepasados en el año de 1770 en lo que se refiere a las fiestas.

 Este informe fue elaborado a petición del intendente de las hermandades o gremios de las fiestas religiosas, ofreciendo por tanto un panorama preciso de lo que era un año festivo en nuestra población. Es pues conveniente  recordar que habiendo sido Zalamea un señorío eclesiástico durante toda la Edad Media proliferasen las fiestas de marcado carácter religioso por lo que al margen de las que se mencionan en ella  serían escasas las festividades profanas que se ceelbraban como era el caso de las carnestolendas o carnavales. El documento nos refleja que en aquel tiempo no existía en Zalamea conventos ni beaterios de hombres o mujeres pero sí numerosas cofradías y hermandades. Se cuentan hasta un total de trece fiestas de carácter religioso que son las siguientes: Hermandad de la Suma Caridad, Cofradía del Santísimo, cofradía de las Ánimas, Cofradía del Rosario, Cofradía del Jesús Nazareno, Hermandad de la Vera Cruz, Hermandad del Carmen, Cofradía de San Vicente Mártir, hermandad de San Antonio, congregación de Nuestra Señora de los Dolores. A ellas hay que añadir otras tres fiestas religiosas que son la de San Sebastián, San Juan y San Blas. De todas ellas las que más dinero empleaban en su fiesta era de la San Vicente Mártir que ya en aquel tiempo gastaba una cantidad considerable en ella: 600 reales de Vellón que se cargaba todo a su cuenta. Teniendo en cuenta que un real de vellón , sería, salvando las distancias equiparable hoy a unas 3500 pesetas ( 21 euros) y un maravedí aproximadamente a 0,60 euros, unas 100 pesetas nos llevaria a concluir que la hermandad de San Vicente gastaría 12.621 euros (2 millones cien mil pesetas) cantidad verdaderamente sorprendente.  En cualquier caso, se trata de la hermandad probablemente más importante del pueblo en aquel tiempo como lo acredita los gastos que tiene, aunque bien es cierto que la cofradía de San Vicente Mártir celebraba algunas fiestas más a lo largo del año.

Curiosamente le sigue en importacia la Cofradía de las ánimas que gastaba alrededor de quinientos reales en tres funciones que daba al año.

 Tambien es de destacar la hermandad de la Suma Caridadque gastaba 300 reales  a los que hay que sumarle otros trescientos que se gasta el hermano mayor en una comidad para el resto de los hermanos de la hermandad.

La Cofradía del Santísimo gastaba 300 reales de Vellón y hacía su función el día del Corpus y e su octava, aunque el Ayuntamiento colaboraba adornando el suelo para la profesión, así como la cera, los fuegos y el tamboril en los que empleba unos 300 reales. La Hermandad de la Vera Cruz también  gastaba trecientos reales. En estas fiestas se solía correr un toro que costeaba el hermano mayor aunque este ´ltimo aspecto quedaba compensado porqu el valor del toro lo podía recuperar parcialmente.

 La cofradía del Santo Rosario empleaba docientos reales de vellon en su fiestas el mes de Octubre.

 La de Jesús Nazareno gastaba doscientos sesenta reales. La del Carmen empleaba ciento cincuenta. San sebastián que al igual que hoy noera nie hermandad ni  cofradía se gastaba doscientos treinta y un real a cuenta de los bienes de propio. En la misma situación se encontraba San Blás que sin ser, tampoco, que sin ser hermandad  ni cofradía se celebraba una vez al año y se gastaba 200 reales que financiban integramente por cuenta de los mismos devotos y el prior de la ermita. También sin ser cofradía ni hermandad, San Juan, celebraba tambien sus fiestas un día y se gastaba ciento cincuenta reales, tratándose pues  de l más humilde de nuestra población. Por último cabe reseñar  la de nuestra señora de los Dolores que tambien realiza una función al año y empleaba ciento ochenta reales.

 Es curioso reseñar cómo las aldeas eran un fiel reflejo de los que se practicaba en el pueblo, así en el Villar encontramos cinco cofradías o hermandades que son la siguiente , Santísimo Sacramente, el rosario,La Vera Cruz, las Animas  y Santa Marina.

 El Buitrón por el contrario sólo tenía una que era el santísimo Sacramente; El Pozuelo, contaba con tres que eran la cofradía de las ánimas, la de San Antonio y la del Santísimo Sacramente. En la aldea de Riotinto, que hoy es Nerva, había por aquel entonces seis hermandades y cofradías, que eran : Satísimo Sacramento, Cofradía de Jesús, las Änimas, el Rosario y San Bartolomé.

 Las Delagadas tienen , igualmente otras seis, que eran el Santísimo  Sacramento, El Rosario, Virgen de los Dolores, Veracruz, San José y las ánimas.

 Los gastos de todas ellas por lo general eran más modestos, oscilando entre los 300 reales de vellón el Santísimo Sacramento de Nerva y los quince reales que empleaba la de San Antonio de El Pozuelo. Podemos contemplar a lo largo de las páginasdeeste informe como la religión es la causa  y la excusa para celebrar fiestasque se repartía a lo largo de todo el año.

Manuel Domínguez Cornejo            Antonio Domínguez Pérez de León

 

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